Esta carta convierte situaciones buenas y favorables en amenazas y obstáculos. Representa la preocupación y los remordimientos que acechan al consultante; la necesidad de saldar algunos aspectos negativos del karma, por lo tanto, presagia un disgusto importante o un fuerte enfrentamiento. Muestra adversarios que están dispuestos a presentar batalla, junto con el peligro de caer derrotados con infamias y deshonores. Se recomienda controlar los pensamientos, que pudiendo volverse contradictorios, advierten el estancamiento en una difícil situación. En posición invertida augura desolación, desgracias y posible luto. Los aspectos positivos deberán buscarse en las cartas que acompañen la tirada.